Las 10 dietas más buscadas en Google en el 2017: ganadoras y perdedoras
Ya es casi Nochevieja, así que puede que esté pensando en algunos propósitos para el año nuevo… o reflexionando sobre algunos del pasado. Uno de los cambios más habituales que se propone la gente es empezar a comer de manera más saludable. Desafortunadamente, este propósito, como muchos otros, se acaba abandonando después de unas semanas o meses. La razón principal por la cual perdemos interés tan rápido es porque son tan drásticos que se vuelven insostenibles. Por tanto, con objeto de fomentar propósitos de dietas más sostenibles para el 2018, a continuación encontrará la lista de las dietas más buscadas en el 2017 ¡y cómo pueden funcionar respecto a la perdida de peso a largo plazo! Hemos ordenado las dietas en función de su popularidad.
1. Dieta paleo
La dieta paleo ha sido la más buscada en Google este año, sin embargo, esto no quiere decir que sea la mejor. Los creadores se basan en la idea de que la comida moderna nos causa enfermedades, y por tanto, deberíamos dar un paso atrás y comer como nuestros ancestros del Paleolítico. Nada de comida procesada, cereales, lácteos, azúcar refinado… puede hacerse una idea. La dieta paleo tuvo mucho éxito entre los amantes del cross-fit al principio, pero se ha hecho muy famosa sobre todo a lo largo del último año. Debido a su popularidad, algunas personas siguen la dieta original al pie de la letra, mientras que otras prefieren una dieta “inspirada en el paleolítico”.
EVÍTELA. Popularidad no es igual a calidad en este caso. Los expertos recomiendan evitar cualquier dieta que deje de lado grupos de alimentos completos y dietas demasiado estrictas. Este es el caso del régimen paleo. Como consecuencia de eliminar todo tipo de lácteos y cereales, corre el riesgo de sufrir un déficit nutricional. Es más, teniendo en cuenta las restricciones de la dieta paelo, comer con amigos que no la sigan o pedir comida en un restaurante puede resultar bastante complicado. Ambos factores hacen que este tipo de estilo de vida sea difícil de mantener. Por eso, en la mayoría de los casos, esta no es la mejor dieta para perder/mantener peso a largo plazo.
2. Dieta militar
La dieta militar, conocida como dieta del ejército o dieta del helado, se asocia de forma errónea con las fuerzas armadas y se presenta como una forma de perder hasta 10 libras en tan sólo una semana. Durante los primeros tres días hay que seguir una dieta específica (que incluye helado) que aporta unas 1100-1400 calorías al día. Después, durante los 4 días restantes hay que comer comida saludable y consumir menos de 1500 calorías por día. Los propulsores de la dieta afirman que puede repetir esta secuencia las veces que quiera, siempre y cuando haga un descanso de 4 días entre los ciclos. No obstante, este no es un estilo de vida recomendable a largo plazo.
EVÍTELA. La dieta militar cuenta con todas las advertencias de los expertos. Es a corto plazo, muy restrictiva, hipocalórica y no cuenta con el respaldo de los científicos. Aunque la mayoría de la gente sí pierda peso tomando menos de 1500 calorías al día durante una semana, no es una situación sostenible, y recuperará el peso en seguida. La inmediatez simplemente no vale la pena. Como dice el refrán: “parece demasiado bueno para ser verdad”.
3. Dieta Atkins
La dieta Atkins es quizás la más famosa entre las dietas bajas en carbohidratos. Fue publicada por primera vez por el Dr. Robert C. Atkins a principios de los años 70. Consta de 4 fases y, al principio, promueve un consumo muy bajo de carbohidratos (menos de 20 gramos al día), después, anima a los seguidores a añadir carbohidratos saludables de forma gradual durante el resto de las fases. Al final del ciclo, los usuarios de la dieta Atkins pueden consumir todos los carbohidratos que quieran sin ganar peso. Sin embargo, la mayoría de fuentes muestran que deberá consumir pocos carbohidratos durante el resto de su vida si quiere mantener el peso perdido a largo plazo. Es un régimen muy popular porque puede comer muchos alimentos clasificados como no-saludables (como bacon o una chuleta), pero ha sido muy criticada porque incluye una gran cantidad de grasas saturadas y poca verdura.
EVÍTELA. La dieta Atkins ha tenido mucho éxito porque promete una gran pérdida de peso en poco tiempo. Y es probable que sea así, pero ese es su único “beneficio”. Los expertos afirman que los niveles de grasa (saturada) de esta dieta podrían aumentar el riesgo de sufrir una enfermedad cardiovascular o diabetes tipo 2. Aunque algunas personas pueden mantener la fase 4 de Atkins de forma más o menos saludable, pero el riesgo de tomar demasiado sodio y poca vitamina (fruta y verdura) también sigue estando muy presente. No es la peor opción, pero existen otras dietas que son mejores para llevar una vida saludable a largo plazo.
4. Dieta mediterránea
La dieta mediterranea fomenta el consumo de pescado, fruta, verdura y grasas saludables (como el aceite de oliva) y limita la cantidad de carne roja, comida procesada y azúcar. El usuario es libre de decidir cuánto de cada tipo de comida quiere tomar cada día. El argumento tras esta dieta es que la gente de los países del Mediterráneo vive más tiempo y sufre menos enfermedades crónicas que los estadounidenses. En consecuencia, puede que si sigue una dieta similar a la de ellos, y si además añade algo de ejercicio a su día a día, ¡podrá vivir más de tiempo y de forma más saludable!
¡ADELANTE! Esta dieta es equilibrada, fácil de mantener y garantiza beneficios a largo plazo (como una salud cardiovascular mejor). Además, está científicamente probada, puede ayudarle a perder peso de forma saludable y sostenible. Todas estas cualidades la convierten en una dieta muy popular entre usuarios y médicos. Por tanto, si quiere comprometerse a llevar un régimen alimenticio en el 2018, ¡la dieta mediterránea es una buena opción! Si quiere saber más, haga clic aquí.
5. Dieta sin gluten
El gluten es una proteína presente en el trigo, la cebada, la malta y el centeno, y es la causante de la textura esponjosa del pan. Una dieta sin gluten es simplemente un régimen alimenticio que excluye todo tipo de comida que contenga gluten. La gente que sigue esta dieta suele evitar alimentos típicos como el pan, la pasta, la pizza, las galletas o la salsa de soja. En principio, se desarrolló para tratar a celíacos, es decir, personas en las que esta proteína produce una reacción autoinmune. No obstante, a medida que la intolerancia al gluten se ha dado a conocer, el régimen se ha hecho muy popular, y muchas personas (incluyendo famosos) han experimentado los beneficios de eliminar esta proteína. De todos modos, muchos expertos critican la tendencia de eliminar el gluten si no existe una necesidad médica para hacerlo.
DEPENDE. Es necesario llevar una dieta sin gluten en el caso de las personas celíacas o intolerantes al gluten, si ese es su caso, es el régimen alimenticio más saludable. Sin embargo, si no padece ninguna de las condiciones mencionadas, no existe ninguna razón médica para eliminarlo de la dieta, no es la mejor opción. La gente que evita el gluten tiene un mayor riesgo de tener deficiencias nutritivas. Además, esta proteína está presente en muchos alimentos, lo cual dificulta salir a comer con amigos. Asimismo, en muchos casos, los alimentos sin gluten contienen más calorías y grasa (y son más caros) que los productos equivalentes. Respecto a una pérdida de peso a largo plazo, la dieta sin gluten no es la mejor opción.
6. Dieta cetogénica
La dieta cetogénica es uno de los ejemplos más extremos de las dietas bajas en carbohidratos. En su origen, se creó para tratar la epilepsia infantil. Se trata de un régimen a base de una cantidad de grasa alta, moderada de proteína y baja en carbohidratos. La glucosa, presente en los carbohidratos, es la primera opción para alimentar nuestro cuerpo. Cuando no hay suficientes carbohidratos en nuestra dieta, el cuerpo recurre a la cetona para conseguir energía. La cetona está compuesta de ácidos grasos almacenados. En consecuencia, cuando el cuerpo entra en estado de cetosis, empieza a quemar grasa acumulada en lugar glucosa. Una dieta cetogénica puede ayudarle a perder peso, regular el azúcar en sangre y mejorar la agudeza mental. No obstante, si la lleva al extremo o si no la ejecuta bien, puede resultar perjudicial para la salud.
EVÍTELA. La dieta cetogénica simplemente lleva la restricción de carbohidratos demasiado lejos. Básicamente, como muchas dietas a evitar de esta lista, el mayor problema es que es muy difícil seguirla durante mucho tiempo y se desconocen los efectos a largo plazo. A menos que sea bajo supervisión médica (y seguimiento de un nutricionista), incluso tratar de conseguir y mantener el estado de cetosis puede resultar complicado. Si está tomando Qsymia, tenga en cuenta que la medicación especifica esta dieta como factor de riesgo para sufrir acidosis metabólica y piedras en el riñón. En consecuencia, asegúrese de que su médico está al corriente de que sigue esta dieta mientras está tomando Qsymia o fentermina.
7. Dieta baja en carbohidratos
Cuando hablamos de dieta baja en carbohidratos nos referimos a cualquier tipo de régimen alimenticio que reduzca el número de calorías diarias provenientes de los carbohidratos que consumimos. Al igual que los cereales, los lácteos, la fruta, las legumbres y la verdura con almidón (las patatas, por ejemplo) contienen carbohidratos. Por tanto, comer menos carbohidratos supone consumir menos estos alimentos. Una dieta típica, puede recomendar tomar entre 60g y 130g de carbohidratos al día. Al contrario, una persona con un régimen alimenticio normal de 1800 calorías, consume unos 203-293g de carbohidratos diarios. Este último, es el reflejo de una dieta recomendada en EEUU que sugiere el consumo de un 45-65% de las calorías diarias en forma de carbohidratos. Por consiguiente, incluso una dieta “moderada” en carbohidratos supone un gran cambio para la mayoría de la gente. Los régimenes de este tipo pueden ayudarle a perder peso, regular el azúcar en sangre y controlar algunas enfermedades (como la diabetes).
CONSIDERE LA OPCIÓN. Si ha tomado la decisión de consumir menos carbohidratos, lo puede hacer de manera saludable. De hecho, en general, reducir los carbohidratos suele ser beneficioso para la salud. La clave para una buena dieta baja en carbohidratos (y para las dietas en general) es evitar los extremos. Aunque comer menos pan blanco sea bueno, eliminar todo tipo de carbohidrato de la dieta no lo es. La mejor forma de llevar un régimen alimenticio bajo en carbohidratos es eliminar los perjudiciales (pan y arroz blanco, dulces) e incluir los saludables (pan y pasta integral, legumbres y fruta). Si su dieta incluye comida de todos los grupos alimenticios y una buena cantidad de carbohidratos saludables, es probable que sea una opción viable y sostenible para perder peso.
8. Dieta DASH
Es una dieta originalmente desarrollada por una institución sanitaria de Estados Unidos (NHLBI) y se trata de un régimen pensado para personas que padecen de hipertensión arterial (Dietary Approaches to Stop Hypertension). No obstante, hoy en día se ha hecho muy popular para perder peso y para llevar una vida más saludable en general. El concepto básico es incluir comida sana de todos los grupos alimenticios y reducir el consumo de comida procesada, azúcar y sal. De este modo, la mayoría de las comidas contienen proteínas magras como pescado y pollo, y también fruta, verdura, cereales integrales y lácteos con bajo contenido con grasa. La cantidad de calorías recomendadas se basan en la edad, el género y el nivel de actividad de cada persona.
¡ADELANTE! La dieta DASH se ha ganado el primer puesto en la lista de Mejores Dietas de la revista estadounidense US News & World Report. Los expertos la clasifican como la mejor porque es una dieta nutritiva, sostenible, equilibrada y relativamente fácil de seguir. También está considerado como el mejor régimen para tratar la diabetes y las enfermedades cardiovasculares. Si cree que DASH es una buena opción para usted, no dude en consultar la guía de la dieta DASH que propone NHLBI.
9. Dieta Dukan
Esta dieta promete perder peso en poco tiempo e incluso sin contar las calorías. Se basa en la teoría de que la proteína es clave para perder peso, en consecuencia, los usuarios siguen una dieta muy estricta que incluye mucha proteína y después se añaden de nuevo carbohidratos como el pan, la fruta y la verdura de forma gradual. Esta dieta consta de cuatro fases, y la última supone un compromiso para toda la vida. Por desgracia, es un régimen muy restrictivo, difícil de mantener y puede causar enfermedades renales y problemas cardiovasculares.
EVÍTELA. Respecto a las dietas para perder peso, esta no es la mejor. De hecho, los expertos médicos de la revista US News & World Report la han clasificado como una de las peores (penúltima de la lista). Debido a su naturaleza restrictiva, la dieta Dukan no puede asegurar resultados a largo plazo. Además, incrementa las deficiencias nutritivas del cuerpo (ya que elimina por completo grupos alimenticios completos) y puede causar daños renales y problemas en el sistema cardiovascular. Si quiere perder peso de manera saludable, evite esta dieta.
10. Dieta para diabéticos
A diferencia de otros régimenes que hemos mencionado anteriormente, no existe una dieta específica para diabéticos. En su lugar, este término se utiliza para referirse a un patrón de alimentación que los diabéticos utilizan para tratar su enfermedad. El objetivo más importante es regular el nivel de azúcar, lo cual también ayuda a conseguir un peso saludable en caso de ser necesario. Como resultado, una dieta para diabéticos bien pensada debería limitar los carbohidratos e incluir porciones medidas de cereales integrales, mucha fibra, verdura y proteínas magras. La mayoría de las dietas desarrolladas para personas con diabetes también subrayan la importancia de reducir la cantidad de azúcar (sobre todo el añadido), sal y grasa que consumimos. Una de las diferencias entre una dieta para diabéticos y otros régimenes es que el horario de comidas también es muy importante. Si queremos controlar el nivel de glucosa en sangre, es fundamental comer al menos cada 4-6 horas mientras está despierto.
¡ADELANTE! Si padece diabetes, la dieta es clave para tratar la enfermedad. La elección de comida (y horario) puede determinar los altibajos de la glucosa o ayudar a controlar mejor el nivel de azúcar en sangre, todo depende de las decisiones que toma. Sin embargo, aunque no padezca diabetes, cambiar sus hábitos alimenticios para ayudar a regular el nivel de glucosa en sangre puede resultar de gran ayuda para perder peso. Tendemos a sufrir más antojos cuando tenemos el nivel de azúcar bajo, en consecuencia, una dieta para mantener el nivel de glucosa estable durante el día es beneficioso para la mayoría de la gente. Muchos otros régimenes alimenticios, como por ejemplo, la dieta mediterránea, también se pueden seguir de manera saludable como una dieta para diabéticos.
Cómo elegir una dieta saludable
En resumen, debe decantarse por un régimen sostenible en el tiempo y razonable. Lo más probable es que no pierda peso tan rápido al principio, pero seguirá seguirá perdiéndolo durante más tiempo. Si no está seguro de si una dieta nueva es saludable, busque estos puntos:
- Promete resultados inmediatos y drásticos (por ejemplo: “¡perderá 20 libras en 2 semanas!”)
- Elimina grupos alimentarios enteros (por ejemplo: nada de fruta)
- Parece demasiado bueno o fácil para ser verdad
Si la dieta nueva coincide en alguno de estos criterios, haga una búsqueda y cerciórese de que este nuevo régimen es saludable y sostenible antes de comprometerse a él.
¿Está pensando en empezar una dieta nueva en el 2018? Si es así, ¿cuál y por qué? ¡Comparta con nosotros su experiencia en la sección de comentarios inferior!